Las propiedades medicinales del romero son muchas y se basan
en su potentes antioxidantes, los cuales tienen por sobre todo la
capacidad de retardar los procesos de envejecimiento en todos sus
niveles, externos al mejorar el estado de la piel manteniéndola suave o
elástica por más tiempo, internos reduciendo el riesgo a las
enfermedades neurológicas que son degradantes con el paso del tiempo, lo
cual se traduce en prolongar la juventud.
La riqueza y variedad de tipos de antioxidantes del Romero
se traduce a nivel cerebral en la prevención de la ruptura de un
transmisor químico del sistema nervioso llamado acetilcolina. Este
proceso preserva la memoria a largo plazo, cuya perdida es
característica de las enfermedades seniles, pero además sus alcances
beneficiosos se extienden hasta la reducción del riesgo a trastornos
neurológicos, siendo la condición más común y grave entre los adultos
mayores, como la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
Los alimentos antioxidantes como el romero tienen la capacidad de
limpiar nuestros cuerpos al atrapar los radicales libres o moléculas
que al reaccionar (estrés oxidativo) con las proteínas, grasas y ácidos
nucleicos, pueden causar cambios que conducen u originan enfermedades
graves, tales como: cardíacas, cáncer, Alzheimer y envejecimiento
prematuro.
En resumen los antioxidantes del Romero son compuestos que ayudan a
proteger las células del cuerpo contra el estrés oxidativo, causado por
los radicales libres y las toxinas responsables del envejecimiento.
Otras propiedades medicinales del Romero
Los investigadores en Alemania han determinado que el romero alivia
problemas de circulación, dolores musculares, articulares y problemas
digestivos debidos a un flujo débil de la bilis.
En Turquía, España y el Líbano el té de hoja de romero es
tradicionalmente elaborado como un tónico medicinal, para estimular el
apetito, para ayudar a la digestión y como desinfectante de heridas.
Entre las propiedades curativas del Romero se destacan su capacidad
antibacteriana, antiséptica, antiespasmódica y analgésica (alivio del
dolor), así como el aceite de romero diluido fue utilizado durante miles
de años como un ungüento que se aplica externamente en dolores
musculares y articulaciones rígidas afectadas por el reumatismo,
agregándolo al agua del baño además estimula el flujo de la sangre
beneficiando la circulación a través de la relajación general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario